Primero que todo, es importante aclarar que un factor es el elemento, circunstancia o influencia que, junto con otra, contribuye a producir un efecto o resultado. Existen muchos tipos, como el factor desencadenante donde se precipita a los hechos, razón última que lleva al delito. También está el factor facilitante, este es el fenómeno que ayuda a la consumación del ilícito, opera como circunstancia especial: la noche, la indefensión, la portación de armas. Por último, el factor predisponente el cual es el potencial criminógeno del individuo que facilita el delito según su mayor o menor grado. Si el conjunto es fuerte, requiere poca influencia para delinquir; si es débil, necesita mucha influencia de los factores desencadenantes para llegar a la infracción.
Ahora, los factores criminógenos son los elementos que, sumados, contribuyen a un determinado resultado criminal. Lo constituyen los factores endógenos y exógenos, es decir, se tiene un conjunto de factores que se pueden considerar como criminógenos, pero no todos van a influir de la misma forma en todas las personas, por eso se clasifican los factores, pero en cada sujeto serán distintos, los factores que afecten a nivel individual en alguien particular son llamados factores causales criminógenos. También puede ser definido como "un estímulo endógeno, exógeno, mixto que concurre a la formación del fenómeno criminal".
El estudio de los factores influyentes en la antisocialidad surge como por la necesidad de conocer qué influencias determinan un estado criminógeno. Así mismo se ha encontrado que la gran cantidad de circunstancias que envuelven a las personas en un determinado momento, pueden influir como desarrolladores de la antisocialidad, esto se ha estudiado mediante observaciones y experimentaciones, han sido comprobados por estudios estadísticos, dando como resultado que las conductas antisociales varían en proporción a las circunstancias que en forma ambiental rodean a los sujetos, por ejemplo, el alcoholismo, la promiscuidad, la miseria y la impunidad.
Por otro lado, la causa criminógena es el principio individual que afecta en particular a alguien; de toda la variedad de factores que se encuentran en el ambiente o que son identificados como causantes de comportamiento violento, antisocial o delictuoso, esto varía en cada persona. Aquellos que directamente estén relacionados con el individuo, serán llamados como causas personales.
Hay determinados factores que se pueden considerar como criminógenos: pobreza, falta o exceso de atención familiar, drogas, ambiente laboral desagradable, infidelidad, enfermedades corporales, trastornos mentales, entre muchos más, pero que no todos influyen de la misma manera ni para todos son los mismos.
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